Ciudad de México 23 de junio de 2021._ En el país existen reportes de mucormicosis -enfermedad conocida como hongo negro, de baja frecuencia y morbilidad- desde hace varios años, razón por la cual no se puede decir que “ya llegó a México”.
Así lo consideraron Edith Sánchez Paredes y Laura Rosio Castañón Olivares, integrantes del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina (FM),
Este tipo de infecciones no son de reporte obligatorio; sin embargo, al revisar informes epidemiológicos, se observa que en un periodo de 12 o 15 años se registraron un máximo de 10 mil casos en la nación. Su frecuencia no es considerable, añadieron.
Edith Sánchez Paredes, descartó que la infección se transmite de una persona a otra.
En su oportunidad, Castañón Olivares abundó que el diagnóstico del hongo negro es sencillo: se toman muestras de flema, fragmentos de tejido, exudados donde se identifica su presencia.
De ahí la importancia de hacer, desde un principio, análisis microscópico; el problema radica cuando el médico no sospecha la presencia de la mucormicosis y esto retrasa su diagnóstico y tratamiento.
La universitaria Edith Sánchez explicó que ese padecimiento es provocado por hongos microscópicos filamentosos que forman colonias de color blanco-grisáceo con una apariencia de pelusa.
Generalmente no causan daño, crecen en los alimentos como verduras, pan o carne, cuando están en proceso de descomposición.
En la punta tienen estructuras de reproducción llamadas esporangios, dentro de las cuales se encuentran cientos de esporas que se dispersan en el aire y que, en un momento dado, se pueden respirar.
La principal forma de infección es a través de la vía respiratoria al inhalar las esporas.
Pero la inoculación también se puede dar por la vía cutánea, cuando se pegan a una lesión de la piel (herida o quemadura); o mediante la ingesta de alimentos, es decir, por vía gastrointestinal.