Si bien la epilepsia es una condición física que puede requerir acompañamiento y tratamiento durante varios años, hasta el 40 por ciento de los casos en la población pediátrica podrían prevenirse, aseguró el responsable del Servicio de Encefalografía del Hospital Infantil de México “Federico Gómez” (HIMFG), José Mariel Pérez Ramírez.
En el marco del Día Internacional de la Epilepsia, el especialista puso énfasis en la necesidad de que los pequeños tengan un tratamiento constante porque “a veces los papás llevan al niño hasta el año, terminan las vacunas y no vuelven a ir al pediatra hasta que se enferma”. Esto implica que la epilepsia se diagnostique uno o dos años después de los síntomas, como los espasmos y las ausencias o desconexión con el medio por la descarga epiléptica.
El experto en neuropediatría dijo que la enfermedad tiene determinadas causas, la más frecuente -60 por ciento de los casos-, es la llamada hipoxia perinatal, debido a la falta o inadecuada atención materno-fetal; es decir, casos donde el recién nacido no fue asistido correctamente; así como el nacimiento prematuro, embarazo en la infancia y adolescencia y violencias, “eso hace que el niño nazca con condiciones desfavorables y desarrolle epilepsia”.
Otras causas de la epilepsia en la infancia son primarias, como la displasia cortical, infecciones maternas por toxoplasmosis o citomegalovirus, así como accidentes.