Científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) trabajan en el desarrollo de un bioterapéutico -creado a partir de nanocuerpos conformados por pequeñas fracciones de un anticuerpo obtenido de proteínas de camélidos (camellos, llamas y alpacas)- con el cual se podrá crear un nuevo tratamiento que busca desacelerar la evolución de diferentes tipos de cáncer.
El doctor en Biotecnología Molecular, Noé Valentín Durán Figueroa y el estudiante de doctorado en Ciencia y Tecnología de Vacunas y Bioterapéuticos, Francisco Pérez Aguirre, ambos adscritos a la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (UPIBI), junto con el coordinador general del Programa de Posgrado en Ciencia y Tecnología de Vacunas y Bioterapéuticos del IPN, Jesús Agustín Badillo Corona, trabajan en el proyecto denominado “Desarrollo y Caracterización de Nanocuerpos Dirigidos contra la Proteína c-Met para el Tratamiento de Diferentes Tipos de Cáncer”.
El científico -con el Nivel I del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII)-, Noé Valentín Durán, aseguró que el proyecto emergió a partir de 2019 para buscar un bioterapéutico que sea más eficiente para un tratamiento de amplio espectro contra el cáncer. “Encontramos que los nanocuerpos (pequeñas fracciones de los anticuerpos), que se constituyen por biomoléculas, conforman un bioterapéutico más eficiente contra el cáncer”, puntualizó.
Anticuerpos
Destacó que con la creación del Programa en Ciencia y Tecnología de Vacunas y Bioterapéuticos -impulsado por el director general del IPN, Arturo Reyes Sandoval, se fortaleció esta investigación, en la que se encontró que el sistema inmunitario de los camélidos, a diferencia del de los humanos, es más eficiente, porque sus anticuerpos son diez veces más pequeños que los nuestros, lo que permite que penetren más fácilmente a las células y circulen más en el cuerpo.
“Estos anticuerpos pequeñitos resultaron ser muy eficientes para contrarrestar enfermedades humanas. A los anticuerpos de los camélidos, al ser más chicos que los de los humanos, les pusieron de nombre nanocuerpos”, acentuó.
Bajo una estrategia de ingeniería genética -indicó- modificamos ciertas regiones de ese anticuerpo pequeño, para hacerlo compatible con el humano, a efecto de que no tenga respuestas alérgicas, de tal forma que el cuerpo humano lo acepte adecuadamente.