Crean ‘mini cerebros’ artificiales para estudiar esquizofrenia

Crean ‘mini cerebros’ artificiales para estudiar esquizofrenia

La posibilidad de diferenciar entre esquizofrenia y trastorno bipolar podría dar un giro con el uso de «mini cerebros» artificiales desarrollados por la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.

Estos organoides cerebrales, combinados con técnicas de aprendizaje automático (“machine learning” en inglés), permitieron a los investigadores identificar patrones eléctricos únicos que distinguen ambos trastornos de los cerebros sanos.

Alcanzaron una precisión diagnóstica de hasta el 92% tras la aplicación de estímulos eléctricos, según el estudio publicado en la revista APL Bioengineering.

Durante décadas, la esquizofrenia y el trastorno bipolar han representado un reto para los profesionales de la salud mental debido a la ausencia de marcadores biológicos claros.

Invesigación

Annie Kathuria, ingeniera biomédica de la universidad y líder del equipo de investigación, explicó que esos trastornos son difíciles de diagnosticar porque no existe una parte específica del cerebro que se altere ni enzimas concretas que se activen, como ocurre en otras enfermedades neurológicas.

Actualmente, el diagnóstico depende en gran medida del juicio clínico, mientras que el tratamiento suele basarse en la prueba y error con medicamentos, un proceso que puede prolongarse durante meses y afectar la calidad de vida de los pacientes.

El avance presentado por los expertos de Johns Hopkins se apoya en la creación de organoides cerebrales.

Consisten en estructuras tridimensionales cultivadas en laboratorio a partir de células sanguíneas y cutáneas de pacientes con esquizofrenia, trastorno bipolar y personas sanas.

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