Un grupo de investigadores de la Universidad de Cincinnati (Estados Unidos) encontraron diferentes vías de señalización utilizadas por las células que causan fibromas en comparación con las células uterinas y que hacen crecer los fibromas uterinos.
Un hallazgo que permitirá identificar objetivos terapéuticos para “apuntar al tumor sin afectar el tejido circundante”, según ha explicado la profesora asistente de ingeniería biomédica en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la UC, Stacey Schutte.
Casi ocho de cada diez mujeres desarrollan fibromas uterinos, tumores no cancerosos que se desarrollan en el útero durante los años de fertilidad. Pueden ser extremadamente dolorosos, provocar sangrado abundante y provocar infertilidad.
El tratamiento de los fibromas suele ser invasivo y costoso, y cuesta a los pacientes y a sus aseguradoras miles de millones de dólares cada año. Los tratamientos a menudo también pueden provocar infertilidad, ha explicado Schutte. “Una de cada nueve mujeres se someterá a una histerectomía a lo largo de su vida. Y entre un tercio y la mitad de ellos se deben a fibromas uterinos”, ha afirmado Schutte.