Ciudad de México 18 de junio de 2021._ El nuevo coronavirus tiene un genoma de ácido ribonucleico (ARN) con aproximadamente 30 mil bases químicas, y aunque de manera general los cambios en su información genética (sustituciones, inserciones o pérdidas) no impactan demasiado sus características, en algunos casos le confieren ventajas.
Hasta el momento se conocen más de 20 mil variantes de este virus, con una o más mutaciones respecto al original, que circulan entre la población mundial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos clasifican a las variantes del nuevo coronavirus en: de interés, de preocupación y de gran consecuencia.
Las variantes de interés tienen marcadores genéticos específicos a los que se ha asociado con cambios en la proteína utilizada por el virus para entrar a las células humanas.
Y, con ello, a una reducción moderada en la capacidad de neutralización de los anticuerpos generados tras la vacunación o una infección anterior, en este grupo están: la denominada Iota, identificada por primera vez en Estados Unidos, y Zeta, detectada en Brasil.
De acuerdo con la “Actualización epidemiológica semanal sobre Covid-19” de la OMS, publicada el 15 de junio de 2021, las variantes consideradas de preocupación son: Alfa, detectada por primera vez en Reino Unido; Beta, que se identificó en Sudáfrica; Gamma, en Brasil; y Delta, encontrada el año pasado en India.