Un estudio publicado en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism reveló que desarrollar masa muscular podría ofrecer una protección clave frente a las complicaciones de la obesidad.
Analizando datos de 93,275 participantes del Biobanco del Reino Unido, los investigadores encontraron que quienes poseen músculos fuertes presentan menor riesgo de daño orgánico relacionado con el exceso de grasa corporal.
“Nuestros hallazgos muestran que la fuerza muscular es una señal temprana de quién tiene mayor riesgo de disfunciones orgánicas inducidas por la obesidad”, afirmó Yun Shen, del Centro de Investigación Biomédica Pennington en Estados Unidos.
La relación entre fuerza y obesidad
El estudio se centró en personas con obesidad preclínica, etapa en la que la grasa corporal ya es elevada pero los órganos aún no presentan daños. Mediante métricas como fuerza de agarre, proporción músculo-peso y magro-peso, los investigadores demostraron que la fuerza muscular protege frente al daño cardíaco, hepático y renal.
El índice de masa corporal (IMC) sigue siendo útil para clasificar peso, pero no mide directamente la grasa corporal. Complementar el IMC con mediciones de fuerza y composición muscular permite una evaluación más precisa del riesgo de enfermedad.
Obesidad: factor de riesgo de múltiples enfermedades
La obesidad aumenta el riesgo de hipertensión, diabetes tipo 2, apnea obstructiva del sueño, asma, osteoartritis y ciertos tipos de cáncer, según investigaciones de la Universidad Johns Hopkins.
A medida que se vuelve más grave, estos riesgos se incrementan progresivamente.
