El yogur ha pasado a ocupar un lugar destacado en las recomendaciones nutricionales gracias a la relación que mantiene con la salud intestinal.
Expertos en nutrición coinciden en que consumirlo regularmente favorece el equilibrio de la microbiota y contribuye a un mejor funcionamiento digestivo.
La clave está en entender cómo y cuándo comerlo, además de elegir variedades con componentes específicos capaces de aportar el mayor beneficio.
Los beneficios del yogur para la salud intestinal se deben, en gran parte, a la presencia de millones de bacterias beneficiosas conocidas como probióticos. Estos microorganismos, presentes en el yogur gracias al proceso de fermentación, ayudan a mantener el equilibrio entre las bacterias buenas y malas en el intestino.
Diversos estudios en la Universidad de Harvard y la European Association for the Study of Diabetes han vinculado el consumo de yogur con bajas tasas de obesidad, reducción del riesgo de diabetes tipo 2 y mejor digestión. Su efecto principal reside en la capacidad de los probióticos para competir con microbios perjudiciales y propiciar un entorno intestinal equilibrado.
Val Warner, nutricionista certificada, especialista en fitness y bienestar, resalta en diálogo con EatingWell que “estos cultivos vivos ayudan a mantener la salud intestinal al competir con los microbios menos beneficiosos y al contribuir a un entorno microbiano equilibrado”.
Fuente: Infobae
