La mayoría de casos de alzhéimer se descubren en edades bastante avanzadas (por encima de los 75 años), pero existe un cierto número de personas que comienzan a manifestar la enfermedad en momentos más tempranos, a veces antes incluso de los 60 años de edad.
Entender qué diferencia a estos pacientes del resto podría ayudarnos a dar con las claves sobre el misterioso origen de la patología y, al mismo tiempo, mejorar las estrategias terapéuticas que tenemos contra ella.
Ahora, un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital Universitario 12 de octubre de la Comunidad de Madrid y publicado en la revista científica EBioMedicine ha identificado determinados cambios que en algunas personas afectan a ciertas células del sistema inmune a partir de los 57 años de media y que predisponen a sufrir condiciones como el alzhéimer o tumores cerebrales.
No sólo eso, sino que han hallado que la causa de esta secuencia de cambios es una disfunción de la barrera hematoencefálica (que, en condiciones normales, impide el paso de sustancias tóxicas desde la sangre al tejido cerebral) asociada al envejecimiento, y que revertirla podría mitigar los daños.