Un nuevo informe publicado hoy por la Comisión Lancet Regional Health – Américas del Banco Mundial y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que no fortalecer la resiliencia en la atención primaria de salud (APS) en América Latina y el Caribe podría generar pérdidas significativas y evitables tanto en vidas como en el desarrollo económico a largo plazo.
El informe, No hay tiempo que perder: La resiliencia como pilar de la atención primaria de salud en América Latina y el Caribe (disponible en inglés), fue presentado en un evento paralelo al 62º Consejo Directivo de la OPS en Washington, D.C., ante ministros de Salud y delegados de alto nivel de toda la región.
El documento presenta proyecciones contundentes: si una emergencia sanitaria -como una pandemia o un desastre natural- redujera la prestación de servicios de atención primaria de salud entre un 25% y un 50% durante un período de uno a cinco años, la región podría enfrentar hasta 165.000 muertes evitables y pérdidas económicas de entre 7.000 y 37.000 millones de dólares estadounidenses.
Estas muertes podrían incluir hasta 11.300 muertes maternas, 10.000 infantiles y más de 149.000 por enfermedades no transmisibles, además de hasta 14 millones de embarazos no planificados.
“No hay un dilema entre construir una atención primaria de salud sólida y construir resiliencia: van de la mano”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, Director de la OPS. “Sin APS resiliente, la próxima crisis volverá a golpear con mayor dureza a las comunidades más pobres y marginadas. Con ella, podemos asegurar que los servicios esenciales -prevención, tratamiento y cuidados- continúen antes, durante y después de las crisis. La resiliencia no es un lujo: es la base de la seguridad sanitaria, la estabilidad social y el crecimiento económico”, aseveró.